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El Ministerio de Hacienda ha confirmado esta misma semana la prórroga para 2023 del sistema de tributación por módulos para trabajadores autónomos. Medida que pone fin a la enorme incertidumbre de miles de conductores autónomos que no sabían cómo proceder de cara al nuevo ejercicio fiscal. Sin embargo, Astic se ha mostrado muy crítico con la enésima prórroga de este sistema de tributación al entender que provoca una enorme discriminación fiscal entre los distintos actores del sector del transporte de mercancías por carretera.

Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic, ha sido muy claro y tajante al respecto: “Rechazamos frontalmente esta enésima prórroga del sistema de módulos que permite que el sector transporte mantenga el límite de facturación máxima anual para acogerse al régimen de módulos en 2023, medida que acaba de incluir el Ejecutivo en la Ley de los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. Es muy incoherente que se abogue por el diálogo y asistamos a una actuación unilateral. Nuestro sector, a través del CNTC, ya decidió que no habrá nuevas prórrogas a partir de 2022“.

En esta línea, el responsable de Astic ha señalado el gran problema que existe en el sector del transporte por carretera con la continuidad de la prórroga del sistema de módulos: “Provoca una enorme discriminación fiscal al permitir a los transportistas autónomos tributar menos que el resto de empresas con las que compiten en el mercado. Compañías grandes, medianas y pequeñas que han hecho un sobreesfuerzo durante los últimos años para mantener la inversión y el empleo, afrontando grandes riesgos en tiempos muy convulsos“.

Para concluir, Valdivia añade: “Esta medida favorece la fragmentación de un sector, como el del transporte de mercancías por carretera, que ya de por sí está tremendamente atomizado al contar con más de 100.000 empresas, de las cuales sólo el 4% son grandes compañías. Lo que necesita nuestro sector es músculo empresarial y no continuar perpetuando un ecosistema de micro empresas. La atomización se traduce en bajo potencial de crecimiento, menos productividad sectorial, debilidad frente a los clientes y en un poco atractivo para atraer nuevo talento“.