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Las protestas de las empresas de transporte de mercancías por carretera de Alemania no han servido de nada. El drástico aumento del precio de los peajes ligado al nuevo modelo de pago por uso que entrará en vigor el próximo 1 de diciembre sigue su curso y no hay indicios de que el Gobierno alemán vaya a cambiar la ley que sustenta este nuevo canon. Por ende, el peaje alemán, conocido como Maut, pasará a ser más de un 80% más caro a partir de la citada fecha.

La necesidad de responder a las exigencias de la Unión Europea llevó al Gobierno alemán a dar forma a la nueva Ley de Reforma de los Peajes para Camiones que dibuja un nuevo modelo de pago por uso en el que además del kilometraje recorrido se tiene en cuenta el tipo de camión, su motorización y las emisiones de C02 del vehículo. Esto ha provocado que, entre otras cosas, los peajes a camiones en Alemania hayan crecido tanto en extensión como en su importe y para el grueso de la flota de vehículos pesados del país su precio será como mínimo del doble.

El problema para el transporte alemán, además de esta subida masiva de los precios, es que estos peajes son además más complejos. Tienen en cuenta la contaminación atmosférica y acústica, las emisiones de CO2 y otras cuestiones como la densidad del tráfico o la distancia recorrida. Hasta ahora, los criterios tarifarios eran el tipo de Euroclase del vehículo, el número de ejes del conjunto total y el peso del conjunto, con una parte fija por contaminación y de mantenimiento de infraestructuras para todos los camiones por igual.