Campaña de la ROADPOL, desarrollada entre los días 13 y 19 de febrero, ha arrojado unos datos un tanto preocupantes. Esta campaña ‘Truck & Bus’, realizada en un total de 24 países, ha servido para revisar 121.933 camiones y 91.590 autobuses, vehículos en los que se han detectado hasta 51.468 infracciones. Quizá el punto más preocupante es que 2.341 camiones se vieron apartados de la circulación por infracciones relacionadas con el estado del vehículo o de la carga.
De las 51.468 infracciones que registraron los agentes de las policías de los Estados miembro unidas bajo el paraguas de ROADPOL, 46.498 irregularidades fueron detectadas en camiones, mientras que 4.970 en autobuses. De esta forma, la tasa de denuncias fue durante la campaña fue del 22,11% para el transporte de mercancías y del 3,49% para los autobuses. En el caso de los camiones, esto significa que casi 1 de cada 4 vehículos controlados presentaban alguna irregularidad.
Para los vehículos pesados de transporte de mercancías, la mayoría de las infracciones hicieron referencia al exceso de los tiempos de conducción, así como a la configuración o manipulación del tacógrafo. También hay una alta incidencia de infracciones por exceso de velocidad e infracciones técnicas como sobrepeso o colocación insegura de la carga. Por su parte, entre los autobuses la infracción más repetida es el no uso de los cinturones de seguridad, así como el exceso de horas de conducción.
A su vez, un total de 10.424 conductores profesionales, 10.105 de camión y 319 de autobús, infringieron las normas sociales vigentes a nivel europeo, sobre todo por no realizar las pausas reglamentarias o no gestionar el tacógrafo de forma correctamente. Al margen de esto, 210 chóferes fueron atrapados conduciendo bajo los efectos del alcohol y 80 estuvieron al volante bajo la influencia de las drogas
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