El Parlamento Europeo ha votado a favor de un planteamiento más exigente en la expansión de la red de carga eléctrica y de carga de hidrógeno para vehículos. Esta votación da validez al objetivo planteado hace unos días por la Comisión de Transportes del propio Parlamento y que contrasta con la posición mucho más conservadora del Consejo de Ministros y de la propia Comisión Europea, lo que de alguna forma ponía en peligro la expansión de la movilidad eléctrica y los objetivos medioambientales asociados.
En este sentido, el Parlamento Europeo eleva el listón de exigencia a los Estados miembro con el fin de garantizar una red de recarga eléctrica y de carga de hidrógeno para vehículos acorde a las necesidades que se plantean a medio plazo. Además, la propuesta anterior del Consejo Europeo de Ministros era demasiado conservadora, lo que iba a provocar que no se pudieran cumplir los objetivos de descarbonización marcados en el plan ‘Fit for 55’ ni el desarrollo adecuado de la industria automotriz.
En este sentido y para la correcta y adecuada expansión de la red de recarga eléctrica y de carga de hidrógeno para vehículos, sobre todo en lo que se refiere al corazón de la llamada red TEN-T, el Parlamento Europeo ha aprobado un objetivo claro. Las carreteras que comprenden esta red TEN-T deben tener una estación de recarga eléctrica cada 60 kilómetros y estas deben tener la potencia adecuada para permitir la carga rápida de baterías de autobuses y camiones. La red debería estar disponible para 2026.
En lo que respecta a la red de carga de hidrógeno, el Parlamento dibuja un plan para que haya una ‘hidrogenera’ cada 100 kilómetros en la red TEN-T, despliegue de infraestructura que debería estar terminado antes de 2028. Una propuesta que contrasta con los objetivos que había marcado la Comisión Europea y que fijaban la necesidad de tener una hidrogenera cada 150 kilómetros y una expansión mucho más lenta, con fecha tope en 2031.
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